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3. Tipos de textos instructivos
3.1. Protocolos de actuación
Se trata de un tipo de textos instructivos muy frecuente en empresas, organizaciones e instituciones públicas. Recogen las instrucciones y normas que se deben cumplir en determinadas situaciones; por ejemplo: campañas de vacunación, protocolos de intervención contra el maltrato infantil, protocolos de auxiliar de enfermería, etc.
Actividad 5
Un ejemplo de protocolos de actuación lo constituyen las instrucciones que hay que seguir en colegios e institutos durante los simulacros de incendio. En grupos de 3 alumnos, elaborad ordenada y esquemáticamente los pasos que debemos seguir en dicho simulacro. No os olvidéis de incluir las dos partes que todo texto instructivo ha de tener: una introducción y el desarrollo. Luego pondremos en común vuestros diferentes protocolos.
3.2. Prospectos
A menudo, las instrucciones se incluyen en textos más amplios a modo de apartado. Un ejemplo de esto lo constituyen los prospectos de productos farmacéuticos, donde, además de informar sobre la composición y la utilidad del medicamento, se indica cómo deben administrarse.
Actividad 6
Lee el siguiente prospecto y responde a las preguntas:
a) ¿A qué grupo de medicamentos pertenece este producto?
b) ¿Para qué está indicado este medicamento?
c) ¿Cuáles son los apartados del texto que son instructivos? ¿Por qué?
d) Indica algunos verbos que se dirijan directamente al lector. ¿En qué modo están: indicativo, subjuntivo o imperativo?
3.3. Textos instructivos literarios
Algunos textos presentan las características propias de los textos instructivos, pero pertenecen a la literatura y, por lo tanto, tienen una finalidad no práctica, sino estética.
Así lo han hecho escritores como el argentino Julio Cortázar, cuya obra Historias de cronopios y de famas incluye textos como: "Instrucciones para matar hormigas en Roma", "Instrucciones para dar cuerda al reloj", "Instrucciones para llorar" o "Instrucciones para subir una escalera".
Actividad 7
Leed los siguientes textos y contestad a las preguntas:
Rabiolis
Colocar la cantidad de rencor que se estime conveniente al fuego. Echar sal en las diferencias y rozaduras. Cuando hierva, añadir la rabia. Revolver de vez en cuando; el tiempo de cocción varía a cantidad o deseo. Servir caliente y condimentar al gusto.
Paula ALONSO, en El País Semanal, 2008.
a) ¿Qué tiene en común “Rabiolis” con una receta de cocina? ¿Cómo nos damos cuenta de que no es una receta de cocina?
b) ¿Por qué la autora eligió como título “Rabiolis” en lugar de “Raviolis”? ¿Cómo se relaciona esta elección con el tema del cuento?
Espantapájaros 18
Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar la digestión. Llorar el sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo. Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando. Festejar los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cocodrilo... si es verdad que los cocodrilos no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día!
Oliveiro GIRONDO
a) ¿Se trata de un texto narrativo, lírico o dramático? ¿Por qué?
b) ¿Por qué menciona al cocodrilo? ¿Qué se dice habitualmente de este animal?
c) Buscad en el texto un ejemplo de cada una de las siguientes figuras retóricas: anáfora, hipérbole, comparación, antítesis.
Instrucciones para subir una escalera
Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie.)
Llegando en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.
Julio CORTÁZAR, Historias de cronopios y de famas
a) ¿Son necesarias las instrucciones que recoge el texto? Razona la respuesta.
b) ¿Por qué se trata de un texto literario?
c) ¿Dónde se encuentra el desenlace del texto y qué se cuenta en él? ¿Por qué sorprende este final?
d) ¿Por qué resulta cómica la siguiente afirmación: "La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie"?
Actividad 8
Entre todos, elaborad un libro de cocina humorística. En grupos de 3, escribid seis ingredientes, anotando cada uno en un trozo de papel.
A continuación, los papeles se mezclarán y a cada grupo se le repartirá al azar seis ingredientes. Cada grupo inventará un plato con los ingredientes que le hayan tocado en suerte.
Redactad las instrucciones para elaborar el plato teniendo en cuenta lo que habéis aprendido sobre la estructura y el lenguaje de este tipo de textos.
